La Laguna Cáceres, también llamada bahía, alguna vez estuvo marcada por un gran volumen de agua. Hasta hace unos años era una magnífica muestra del Pantanal boliviano, con una profundidad media de 5 metros y un espejo de agua de unos 30 km² que no pasaba desapercibido para ningún visitante. La última vez que se vio con agua fue en julio de 2019, luego vinieron los grandes incendios y una sequía como no se veía en décadas.
Hoy solo queda vegetación y algunas zonas aisladas de agua. Caimanes y carpinchos comparten el espacio seco. Este escenario de drástico cambio ambiental lo puede ver cualquiera que visite Puerto Suárez, donde hay un mirador con vista al agua de la laguna.
En diciembre, la ONG Nativa Bolivia, organización miembro del Observatorio Pantanal, concientizó sobre la situación. Además del cambio climático que contribuyó a que la Laguna Cáceres estuviera casi seca, otros factores también favorecieron esta situación, como las intervenciones de infraestructura poco planificadas.
Los daños ambientales y económicos son inmensos, pues la laguna, además de tener un gran valor para la conservación de la biodiversidad, forma parte del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado de Otuquis. Además, tiene un rol estratégico para la economía boliviana, ya que se conecta con el río Paraguay a través del canal Tamengo.
El periódico Correio de Corumbá elaboró un reportaje sobre la situación actual de la laguna. La sequía extrema que enfrenta la laguna es algo que nunca se había registrado en al menos medio siglo de monitoreo por parte de las autoridades bolivianas locales. La situación de alerta comenzó a tener mayores repercusiones en septiembre de 2021.
Según el artículo, los impactos directos relacionados con la sequía de la laguna se concentran, primero, en Puerto Suárez, ya que la mayor parte de la Laguna Cáceres se ubica en el municipio. El alcalde, Sebastián Hurtado, reconoció que la situación actual no tiene precedentes. “Esta zona se ha secado más que en otros años. Dependemos de la lluvia porque no tenemos otra opción. El Canal Tamengo es el más afectado, porque por ahí entran las lanchas”, declaró, en entrevista con el diario El Deber.
Autoridades nacionales y locales de Bolivia visitaron la Bahía, en el segundo semestre de 2021, e identificaron que se necesitan intervenciones para que haya un mejor flujo de agua hacia la laguna.
Según la diputada Luisa Nayar Sosa, una de las integrantes de la comisión, se constató que el problema en el sitio se agravó por una sedimentación que existe en el canal Tamengo y también en la bahía Tuiuiú, que están conectados a la laguna. “Hace unos 30 años hubo una explosión de una gran roca en la región, pero estos sedimentos nunca fueron removidos y ahora están dificultando la situación. Es un tema que involucra la participación del gobierno brasileño para actuar también”, él explicó.
Poco después de la inspección realizada el año pasado, el documento fue elaborado y enviado al gobierno federal boliviano para solicitar el apoyo de Brasil en la materia. El diputado, en entrevista telefónica con el diario Correio de Corumbá, explicó que hubo una remisión a Brasil para realizar limpieza de sedimentos en áreas del canal Tamengo, así como en la Bahía de Tuiuiú. A pesar de la solicitud, todavía no hay una respuesta definitiva sobre cuándo debería llevarse a cabo este trabajo.
Con información del periódico Correio de Corumbá y Editorial El Chajá
Fotos: Armando Cabrera y Nativa Bolivia