La industria del turismo ha ido ganando cada vez más fuerza, especialmente el turismo sostenible. La periodista Karina Sauma, directora de Comunicación de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), escribió un artículo que trae importantes reflexiones sobre la práctica en Bolivia que fue severamente afectada por la pandemia. Pero ha demostrado ser fuerte y resistente.
El artículo se publicó en la web de La Razón, en septiembre de 2021. Lee Abajo.
¡Cultura viva!
El turismo es una de las industrias más prometedoras a nivel mundial y nuestro país, por su riqueza cultural y de biodiversidad, tiene un gran potencial. Es un sector que apuesta por el desarrollo económico local y la puesta en valor de la cultura viva de los pueblos.
Decidí escribir sobre turismo sostenible no solo para registrar que el 27 de septiembre se celebró el #DíaInternacionaldelTurismo, sino para resaltar la importancia de iniciativas locales que se vienen realizando en torno a este sector que durante la pandemia se vio muy afectado y lastimado desde sus raíces, pero que a la vez ha demostrado fuerza, resiliencia y valentía, trabajando por la reactivación para colocar el nombre de nuestro país como referente de destino turístico.
El turismo sostenible, según la Organización Mundial del Turismo, es aquel que hace un uso óptimo del entorno, conservando los recursos naturales y la diversidad biológica; el que respeta la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservando su cultura y tradiciones, y, por último, el que asegure una actividad económica a largo plazo bajo una distribución justa y equitativa de las comunidades anfitrionas.
Bajo este escenario, Bolivia es un gran ejemplo de iniciativas que ponen en valor la cultura viva de los pueblos, rescatando usos y costumbres de sus habitantes, permitiéndoles ser protagonistas de sus historias, invitando al visitante no solo a recorrer el lugar, sino a disfrutar de su gastronomía, biodiversidad, artesanías y ese convivir con el otro, donde hay una inclusión al turista para sentirse parte viva hacia y con el entorno que visita.
Iniciativas de turismo sostenible están empoderando comunidades locales, no solo desde la mirada de la visita del turista, sino también desde el manejo de los recursos de la biodiversidad, brindando al visitante una exquisita y variada carta gastronómica, con frutos del bosque, rescate de recetas ancestrales que marcan una identidad propia de la zona. La riqueza viva de los pueblos es nuestro mayor legado que podemos conservar y preservar. Fomentar el turismo, la gastronomía local, las rutas hacia espacios naturales bajo la mirada de #ConocerparaConservar es el camino que necesitamos para crear empatía con el territorio y orgullo por la cultura local.
Tenemos mucho camino por recorrer en base al desarrollo del turismo sostenible. Las ofertas turísticas con principios sostenibles tienen una mirada de empatía hacia y con nuestra Madre Tierra, sin embargo, es importante mencionar que estas iniciativas necesitan apoyo, pero sobre todo una mirada país que ponga en alto la mística y cultura de los pueblos, recuperando saberes y tradiciones de la memoria colectiva para hacer que la cultura viva se mantenga y sea puesta en valor.
Foto: WWF-BO